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Poemas Chafas D'amour (Pathétique)

Updated: at 02:56 AM

Poemas chafas d’amour (Pathétique) es una colección de poemas de amor que no son lo que parecen. (parecen chafas)

I

He recostado mi cabeza sobre tu pecho
cuál huérfano de amor y romance.
y ahí, bajo esa almohada mamaria,
entre los huesos y los suaves tejidos
dónde se cantan odas o se elevan himnos,
— Cuartetos de cuerda para sangre y venas:
Música de cámara en las alcobas del corazón. —
encontré El Dorado. La mítica ciudad
Que todo colón codicia por sus destellos de sol.

Y el oro de tu alma funde los crepúsculos
de mis ojos a las puertas de la muralla.
¿Quién es el guardián que apuntala su lanza
en los bosques profanos de mi ombligo?
El extraño color del jade baña al cielo cual espejo
y me invita a cruzar las rejas áureas
— Déjame entrar, quiero vivir mis días en El Dorado
¡Retira tu lanza pétrea de mi vergüenza! ¡Abre las puertas, así como la noche al alba! —

Ved, guardián de la dorada puerta,
dejo aquí el viejo con9nente y su monarquía;
dejo a mis espaldas el ctulo de pirata colón.
No necesito más el hábito de la antigua vida:
Sólo permanecer en contacto con su naturaleza,
arrullado por la aurora de su profunda mirada
y vestirme con la sonrisa de pétalos de azucena
antes de que la noche caiga sobre la jungla
¡Qué la vida es corta y la muerte eterna!

II

Escombros, residuos de un pasado incierto
con olor a noche sin voz: muda de vergüenza.
Las únicas estrellas que la adornan son tus ojos.

¿Qué es un altar sin luz ni órbitas oculares
sino una tumba más en la tierra mortuoria?
Incapaz de cambiar el estado anímico del alma.
Por más besos, caricias u orgasmos ofrendados
jamás resurgirá de entre la negra boca del pecado.
¡Cuánta envidia me dan los enamorados!
Los cuernos de su santuario con amor llenos;
El sacrificio de sus vidas los purifica ante el tiempo
y sus cuerpos son bautizados en las aguas de la vejez.

El latir de mi corazón retumba entre vórtices, fluye,
a través de esta caja universal de discos y esferas
sólo para preguntar si eres tú la sacerdotisa,
que, con su espíritu y mortal esencia,
elevará la ofrenda que dará vida a la estéril noche.

Escombros, residuos de un pasado incierto
con olor a noche sin voz: muda de vergüenza.
Las únicas estrellas que la adornan son tus ojos.

III

Soy cornucopia vacía
para llenarse de ti,
de tus pláticas al atardecer
en la parada del autobús…,
para llenarse con las frutas
que brotan de tu sonrisa.
Todos los colores
se inclinan a tu rostro:
La mollera de una rosa
respira en tus mejillas,
las alas de los cuervos
se camuflan en tus cejas;
El arrebol acurrucado
en tu mirada me llama
y yo le respondo
en el idioma de los ojos
— Solo abrázame fuerte
hasta que nos bendiga
la santísima vejez.
Pero tu ser es libre de mí,
eres agua y luz de otras tierras.
Tu viento no me pertenece.
Eres gacela comiendo lirios
lejos de mi sombra.
El sol de mediodía ruge
y me temo que mi manantial
no es de tu interés.