De tus manos brotan las caricias de adolescente
que palparon mi piel algún día.
De tus manos brotan las sonrisas de la tierra
vestidas de girasoles y tulipanes.
De tus manos brotan los cielos de primavera
que apaciguan al trueno y al relámpago.
De tus manos brotan los ojos de la lluvia
empapados en sudor de verano.
De tus manos brotan los higos morados
que endulzan al señor noviembre.
De tus manos, de tus manos — ¡de tus manos! —
viejo amor mío, condenado a ser olvido;
a perderte entre los demás amores que caminarán
en la pradera tomados de sus caderas de flores.
Caminas entre el canto del fagot como por el fuego;
caminas entre el fuego como por el canto del fagot;
mientras pienso, recostado como gato sobre la mesa:
“Dónde estás justo ahora, mientras te llamo con el pensamiento.”
De tus manos brotan pájaros tornasolados
que se han ido hacia las aguas de Bacalar;
quizá para contemplarse a sí mismos en los laberintos de cristal.
De Tus Manos Brotan Pájaros
Published: at 05:35 PM